Comentarios del libro

 

Libro: África, la madre ultrajada.
La verdad sobre el conflicto de los Grandes Lagos que las potencias occidentales se empeñan en ocultar.

Pello Sala, misionero en Ruanda durante más de 40 años

Vi por primera vez al autor de este magnífico libro en noviembre de 2009, pero conocía desde hace tiempo su existencia y acción en favor de los Grandes Lagos, sobre todo desde que el Forum Internacional para la Verdad y la Justicia en el África de los Grandes Lagos interpuso en febrero de 2005 ante la Audiencia Nacional una querella criminal por el asesinato de nueve ciudadanos españoles y por otras dos acusaciones: crímenes masivos contra ruandeses y congoleños y crímenes de pillaje. Es con gran gozo que recibí la noticia, pues ello abría la perspectiva de conocer y dar a conocer la verdad de lo ocurrido en Ruanda.

El juez encargado de la querella es Fernando Andreu Meralles. Conocía que en ese Forum participaba activamente la Fundaciò S’Olivar con su fundador y presidente siempre activo, Joan Carrero. La querella prosperó el 6 de febrero de 2008 en un auto de arresto internacional contra 40 militares ruandeses, toda la cúpula militar de Ruanda. El auto dice de su presidente, el general Paul Kagame, que existen indicios objetivos de su culpabilidad de genocidio y crímenes contra la humanidad.

En esas fechas, yo estaba viviendo en Ruanda. Cuando salió el auto del juez Andreu, los españoles residentes en Ruanda sentimos pequeños escalofríos, sobre todo porque la primera reacción oficial que escuchamos venía del ministro de Justicia, que dijo: esas cosas son promocionadas por los ruandeses exiliados y por los religiosos y religiosas. El cónsul honorario de España nos envió un mensaje SMS explicándonos que el Gobierno de Ruanda había enviado un comunicado a la Embajada española de Dar es Salaam (Tanzania) diciendo que la integridad de la comunidad española sería asegurada. Poco nos reconfortó este mensaje pues conocemos la forma de actuar del régimen ruandés: te tranquilizan antes de darte un golpe bajo, como personalmente me tocó vivir en 2009. Me toco sufrir, pero estoy muy agradecido al Forum por la Verdad y la Justicia en los Grandes Lagos y al juez Andreu por su trabajo: es el camino para luchar contra la impunidad que reina actualmente en esa región.

Hay al menos dos maneras de contemplar un paisaje ó una obra de arte: una a distancia, y así se percibe mejor su conjunto, la belleza de su armonía; otra de cerca, así se perciben mejor la viveza y la fuerza de los detalles. Joan Carrero contempla, desde hace años, el paisaje de los Grandes Lagos desde la distancia. Yo la vivo de cerca, viviendo allá, comunicándome con los ruandeses en su lengua materna. Las dos contemplaciones se complementan. Además Joan Carrero se ha acercado a la realidad escuchando y hablando con muchos nativos de los Grandes Lagos y con españoles residentes ahí, incluso haciendo visitas a esos países. Para mí la lectura de su libro ha sido muy esclarecedora en muchos puntos: con maestría, ha sabido relacionar las piezas de un rompecabezas haciendo así resaltar la realidad, la verdad de la realidad. Para ello, durante muchos años, ha seguido los acontecimientos, ha dialogado con los protagonistas, ha almacenado infinidad de informaciones, leído cantidad de escritos y al final ha plasmado en su libro con acierto muchas verdades grandes como un puño. Ha salido un relato coherente, con ciertas repeticiones, pero que no me molestan, pues así el libro será instrumento de formación, ya que la repetición es el secreto de la formación. Esto es muy consolador para los hombres de buena voluntad de los Grandes Lagos, tanto nativos como extranjeros, que vamos buscando una paz auténtica, basada en la verdad, la justicia, la libertad y el amor. Sin la verdad, la justicia, la libertad y el amor no habrá paz auténtica y duradera. Deseaba desde hace mucho tiempo tener ensambladas de manera coherente las muchas informaciones que tenía sobre el drama ruandés: lo he conseguido gracias a este libro, África, la madre ultrajada.

Quiero resaltar algunos puntos, hay muchos otros, que aparecen en el libro y que me han llamado la atención y pienso son importantes. Me acerco a la realidad ruandesa con humildad y mucho respeto, pues la situación es muy compleja y sobre todo el sufrimiento de todo un pueblo es inmenso:
1. Los acontecimientos dramáticos de África Central tienen unos protagonistas extranjeros que actúan en la oscuridad por intereses geoestratégicos y económicos.
En noviembre de 2009, el ruandés Joseph Matata, mezcla de hutu y tutsi, conocido activista de los derechos humanos desde hace muchos años y actual director del Centro de Lucha contra la Impunidad y la Injusticia en Ruanda (Centre de Lutte contre l’Impunite et l’Injustice au Rwanda (CLIIR), decía a la prensa en el Senado español: la guerra en Ruanda, no es una guerra africana, nos la han impuesto.
El libro resalta también que la ONU es a menudo un instrumento de esos actores. Es una vergüenza lo que ocurre con la ONU. Lo hemos notado a menudo en Ruanda y en el Congo. Dicen que están para proteger a la gente pero no lo hacen. Actualmente, la gente sencilla del Kivu, no tiene ninguna confianza en los cascos azules, incluso los temen: han constatado a menudo que cuando son atacados, robados, violados por los llamados rebeldes, los militares de la ONU están ausentes o miran hacia otro lado, e incluso dice la gente que cubren a los asesinos.
2. Impunidad.
Es indispensable luchar contra la impunidad, de todos los culpables, sean del bando que sean: hutus, tutsis, twas, congoleños y de esos actores escondidos que actúan en la sombra.
3. Victimas.
En Ruanda las víctimas del genocidio de 1994 son reconocidas y se hace un esfuerzo por enterrar dignamente a los muertos. Todo no es perfecto y los supervivientes del genocidio se quejan. Sin duda que se puede mejorar. Pero hay también miles de cadáveres en fosas comunes, conocidas por la gente, y que no pueden se tocados y enterrados con dignidad, pues fueron matados por los dirigentes actuales. […]. El libro reclama la existencia de todas las víctimas, sean del grupo que sean, hutu, tutsi, twa. Esta situación es fuente de mucho sufrimiento, de sentimiento de injusticia que algún día será fuente de violencia. Es imperioso que la situación de las víctimas, de todas las víctimas, sea correctamente gestionada y a tiempo. De lo contrario, esta cuestión, siempre surgirá, no se olvida incluso en decenas y decenas de años, como lo constatamos incluso en España. Comprendamos que no son ante todo las víctimas las que tienen que reclamar sus derechos, sino que la sociedad es la que tiene un deber moral con las víctimas de un conflicto destructivo, como lo es el conflicto, ó los conflictos, en los Grandes Lagos africanos.
4. Diálogo Inter-ruandés.
El único camino que conduce a una paz verdadera es el diálogo. La gran mayoría de los ruandeses hutus, tutsis, twa, quieren la paz, ansían la paz, están dispuestos y pueden convivir y construir una sociedad pacífica. Los dirigentes, locales y extranjeros, que buscan el poder, un poder absoluto, al servicio de intereses económicos suyos, de sus familias, de sus regiones, de sus grupos étnicos…. han sido a menudo el obstáculo.
[…].

Madrid, 11 de mayo del 2010

Dina Martínez, misionera en Ruanda durante 35 años

Durante estos 35 años he vivido, con el pueblo rwandés, las alegrías y los sufrimientos de la vida cotidiana. Es desde mi situación de testigo que yo comparto con vosotros los sentimientos que ha provocado en mí la lectura de este valioso libro, África, la madre ultrajada.

Mi primer sentimiento es de consuelo.
[…] Uno de los grandes sufrimientos del pueblo ruandés ha sido y sigue siendo, la manipulación de la verdad, la mentira programada, la demonización de una parte de la sociedad por el solo hecho de pertenecer al grupo de los vencidos. No se si este libro contribuirá a que cambie el rumbo de la historia de Ruanda, pero sí que será un inmenso consuelo para muchos ruandeses por el simple hecho de que uno más se ha atrevido a desvelar, con claridad y energía, esa parte de la verdad que todavía muchos siguen queriendo ocultar.

Sentimiento de gratitud.
África, la madre ultrajada, nos presenta una serie de documentos y testimonios que el autor ha tenido la paciencia de recopilar y que nos ayudan a conocer y comprender mejor el drama ruandés, que ha costado tantas vidas y que ha provocado y sigue provocando tanto sufrimiento. En él, encontramos una amplia y documentada información de los hechos ocurridos desde 1990 hasta nuestros días. Para el presente y el futuro de este país, la primera prioridad es que la verdad sea conocida y aceptada por todos los ruandeses, para que puedan curar sus heridas, reconciliarse con su pasado y caminar hacia la paz tan deseada por el pueblo.
El gobierno actual se ha preocupado más de defender su imagen y de presentar una fachada de estabilidad, de progreso y de respeto de los derechos humanos, que ha extasiado a la comunidad internacional, pero la realidad social, económica y política que vive el país dista mucho de lo que se exhibe en el escaparte.

Sentimiento de respeto al pueblo rwandés.
Felicito al autor del libro por haber dado ampliamente la palabra a los ruandeses de las dos etnias implicadas en el conflicto. Ellos mejor que nadie saben lo que han vivido y son los que mejor lo pueden expresar.
En los primeros años después del genocidio del 94, pocos ruandeses opinaban sobre lo ocurrido. Tal vez esto se explica porque estaban traumatizados y todas sus energías estaban orientadas a gestionar sus pérdidas, su dolo, su aturdimiento. Pero creo que hay otro fenómeno que justifica ese silencio.
Los que ganaron la guerra preferían no hablar, ellos confiaron esta misión a la prensa y a los organismos internacionales, lo que les permitía hacerse una propaganda más fuerte y más creíble porque la expresaban los de fuera, los profesionales de la información.
Los que perdieron la guerra, no tenían derecho a hablar porque eran los malos, los genocidas y cualquier opinión que no coincidiera con la que transmitían los ganadores era tachada de errónea, de negacionista…
Han tenido que pasar muchos años para que los ruandeses se decidan a opinar, a dar su testimonio, a decir lo que pasó y como pasó.
Este libro nos ofrece un amplio abanico de opiniones y testimonios de los autores y actores del drama. Hutus y tutsis tienen la palabra para contarnos su vivencia, su interpretación de los hechos…

Sentimiento de temor.
El lenguaje que emplea el autor, sobre todo cuando se refiere al grupo que está actualmente en el poder y a todos aquellos que han orquestado, favorecido y permitido estos acontecimientos me parece, en muchos momentos, extremadamente fuerte.
Me preocupa que este mensaje, que considero una importante contribución para esclarecer el drama de la Región de Los Grandes Lagos, pueda ser rechazado o clasificado entre los sospechosos a causa de la dureza de expresión que emplea el autor. No olvidemos el caso Pierre Pean, que lo sentaron en el banquillo de los acusados por atreverse a decir una verdad de dominio público, “que la mentira forma parte de la cultura del pueblo tutsi”. Así, el valioso y documentado libro del periodista francés Noires Fureurs, Blancs Menteurs se clasificó entre los sospechosos, privando, a los que todavía no tienen claras las ideas, de su rico contenido.

Deseo de que se haga justicia.
Mucho se ha hablado durante todos estos años de las atrocidades cometidas por los hutus y por los tutsis, presentándolos como genocidas, criminales, asesinos, gentes sin escrúpulos…, Yo he compartido muchos años de mi vida con este pueblo y guardo de él un excelente recuerdo y mantengo una relación de amistad con muchos de ellos. La mayoría de los ruandeses son personas amables, alegres, solidarias, luchadoras…, encarnan todos esos valores que desarrollan los pobres para conseguir el milagro cotidiano de la supervivencia. He aprendido mucho de ellos y tengo la profunda convicción de que me han ayudado a crecer en humanidad.
¿Cómo Explico yo, desde mi experiencia positiva, la tragedia que ha vivido el pueblo rwandés?
– Manipulación de los políticos de turno
– Manipulación de las potencias occidentales y de las multinacionales
En este libro se abordan los dos problemas, pero lo hace con especial contundencia y amplitud cuando se refiere a la implicación de las grandes potencias occidentales movidas por intereses económicos, estratégicos y geopolíticos. Tal vez, el drama de la Región de los Grandes Lagos, no hubiera existido o al menos no habría llegado a tal grado de locura y de crueldad, si los países occidentales no hubieran manipulado a unos y otros para conseguir su objetivo que no es otro que apoderarse de las riquezas de la región.
No es la primera vez que se habla de este problema, pero en esta ocasión, el autor del libro, hace una denuncia firme, valiente y bien documentada sobre la responsabilidad de Occidente en este drama que dejará para siempre una mancha roja en nuestra historia.
Me permito insistir en este punto que aborda el libro. Es importante desenmascarar el juego sucio de nuestro mundo enriquecido, que ofrece soluciones de paz y ayuda económica a los países empobrecidos y al mismo tiempo y de una manera solapada, promueve, o como mínimo, permite guerras para conseguir apoderarse de la riqueza de su subsuelo. Este juego nos perjudica a todos y pone al descubierto la raíz de la verdadera crisis que vive Occidente, una crisis de valores que nos va deshumanizando y haciendo un mundo cada vez más cruel y más violento.

Doy las gracias a Joan por este libro que lo considero una contribución importante para descubrir la verdad del drama ruandés y lo animo, aunque creo que no lo necesita, a seguir la lucha.

Madrid, 11 de mayo del 2010

Pere Sampol i Mas, exvicepresidente del Govern de les Illes Balears y exsenador representante de las Illes Balears

Libro inédito que pone al descubierto, por primera vez, el mayor genocidio, en pleno siglo XXI, desde los campos de exterminio nazis, con más de 8.000.000 de víctimas, sus causas y sus intereses ajenos. Libro que cambiará la visión de África y Occidente. Es demasiado grande para ser realidad, y durante la lectura me debía obligar a hacer esta reflexión: todas las escalofriantes denuncias de cada una de las páginas del libro están confirmadas por autos judiciales en Francia y en la Audiencia Nacional española, que dan veracidad a las docenas de testimonios citados por Joan Carrero. Una verdad que, por desgracia, supera la ficción de cualquier novela.
Tenéis en vuestras manos uno de los más importantes libros de denuncia que se haya escrito, porque denuncia el mayor genocidio desde la Segunda Guerra Mundial. Con la particularidad de que los culpables no han sido derrotados en una guerra sino que son los ganadores de ella y, aún ahora, ostentan el poder… se sientan en los sillones presidenciales, gobiernan el mundo, controlan los grandes medios de comunicación mundiales.
Por eso la denuncia de Joan tiene más valor, porque se enfrenta a los más poderosos de la tierra; pone nombres, cara y ojos a los culpables de la miseria y el hambre, de las guerras, de las atrocidades más crueles que se han cometido en África. Es, en definitiva, un libro que nos hará pensar a todos y que, espero, nos obligue a actuar.

Xavier Morell, monjo de Montserrat que ha viscut 20 anys a Ruanda

El llibre d’en Joan Carrero m’ha interessat moltíssim, perquè sé del que va; coses que he viscut personalment, i em confirma (i fins va molt més enllà) el que jo creia i que he escrit en el meu llibre (jo ho faig en quatre pinzellades i ell extensivament i ben documentat). Ens causa estupor i fins indignació com es manipula la veritat, amb els interessos econòmics i polítics de poder, en detriment de les persones. No deixeu d’aixecar la veu perquè n’hi ha molts que no tenen veu. Qui fa el «genocidi» d’aquest preciós país que és Rwanda? No s’hi val a confondre la opinió pública amb unilateralismes, camuflatges, mentides, manipulacions i violències, quan les intencions i els actes són per tenir el poder no democràticament, sinó per les armes i oprimir els més dèbils. Recorda el que he escrit sobre les presons (el que en deien presons): pura venjança i ni el més mínim respecte per a la persona humana. I com és possible el total silenci del món Occidental? No deixeu, doncs, de fer sentir la vostra veu, ni que us costi problemes i acusacions.

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